Los hay de todos los tipos: grandes, pequeños, verdes, nevados o iluminados, pero todos los árboles de Navidad se caracterizan por ser únicos y muy especiales, capaces de hacernos pasar un agradable rato con la familia mientras los montamos. En la entrada de hoy vamos a dar algunos consejos para la decoración del elemento más importante en estas fechas, que siempre debe tener un lugar destacado en tu hogar.

Tipos de árbol

Si vamos a comprar un árbol tenemos dos grandes opciones para elegir: naturales o artificiales. En el primer caso, se trata de un abeto que podemos encontrar sin problemas en cualquier vivero, gran superficie o tienda de artículos navideños. Observa que sus hojas estén verdes y no se caigan al moverlo suavemente.

Los árboles naturales hay que regarlos al menos un par de veces cada semana y deben estar alejados de las chimeneas y otras fuentes de calor intensas. Además, si tienes jardín puedes trasplantarlo cuando acaben las fiestas, convirtiéndose en la alternativa más ecológica.

Por otro lado, tenemos los árboles artificiales, que cuentan con la ventaja de ser más económicos y  fáciles de conseguir. También soportan mucho mejor el peso de los adornos por si eres de los que te gusta recargarlo, así como un menor riesgo de incendios.

Elegir los adornos

La variedad de adornos que tenemos a nuestra disposición hoy en día es realmente abrumadora. El mejor consejo antes de acudir a un centro comercial, o cualquier otro establecimiento de decoración navideña, es que tengas muy claro lo que quieres y recuerdes los tres complementos que no pueden faltar nunca en un árbol.

Las bolas son el adorno más tradicional de estas fechas, ya que solo con verlas nos transportan directamente a escenas familiares, seguidos del espumillón que es indispensable para darle frondosidad al árbol. Y por último, pero no menos importante, tenemos la estrella que es el remate final y lo coronará.

Aunque estos son los ornamentos más básicos, no dudes en sustituirlos por otros que vayan mejor con el estilo elegido, por ejemplo, usando piñas secas en lugar de bolas o un ángel o Papá Noel en vez de una estrella.

Cómo colocar las luces

No todo el mundo incluye luces en el árbol, pero suele ser una buena idea ya que aportan un montón de luz a la habitación. Si decides usarlas, recuerda montarlas antes que el resto de la decoración, ya que de lo contrario se enredarían con mayor facilidad y tardaríamos mucho más tiempo. Además, se recomienda hacerlo de arriba abajo, comenzando con el interior y pasando posteriormente a las ramas de fuera. ¡Importante! Nunca dejes las luces del árbol de Navidad encendidas si vas a salir de casa o te vas a la cama, para que así no haya ningún peligro.

A tu estilo

Existen muchos estilos distintos para decorar tu árbol, como el nórdico, rústico o vintage, así que elige el que más te guste. Si no lo tienes muy claro, decántate por adornos dorados que nunca pasan de moda, como bolas y lazos que le proporcionarán un aspecto muy elegante. También son tradicionales los colores rojo y verde, aunque no tengas miedo a confeccionar tus propias combinaciones.